Como ya es de conocimiento público, la representación sindical está en disputa; lejos de hablar en si del hecho del cambio del sindicato, es mas el contexto cívico – político.
Estamos ante un ejercicio de
civismo muy grande, el ejercicio de la democracia misma, el juego político de
la campaña, donde las promesas y los ideales surgen como manantial de agua,
crear posturas y mantener firme los discursos para ganar votos; que definirán
contundente mente la decisión de la democracia misma. Lejos de ser simple
retorica, debemos ver este ejercicio de cívica – política, como punto de
partida misma de cómo estamos sentados en los valores fundamentales de la
democracia en nuestro país, si en algo tan simple como el cambio de la
representación sindical, comienzan las des calificaciones, los insultos y los
golpes bajos; que nos podremos esperar en posiciones más altas, a las esferas
políticas.
Las pasiones comienzan a
relucir, entre los compañeros, amistades de años que comparten el agua y la sal
todos los días de trabajo, comienzan a desmoronarse, en algo tan simple como
emitir el voto libre y secreto.
Como ejercicio mismo debemos
reflexionar a quien le estarás dejando la representación de tus derechos y la
autonomía de defenderte ante cualquier problema laboral. Quien tiene mejores
propuestas y mejor presencia para definir consiente el voto.
En esto de la política, las
intimidaciones son simples tiros de salva, ya que a la hora de emitir tu voto,
te encontraras solo con tu boleta y nadie estará ahí para saber por quien
votaste. Podemos prometer el voto y a la hora de hacerlo efectivo podremos
cambiar de parecer. Por eso te invito compañero, no dejes que te hagan mobbing con tu voto, se
libre y toma tu mejor decisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario